lunes, 19 de marzo de 2012

COLESTEROL ALTO.


Colesterol HDL, LDL, VLDL, triglicéridos… ¿Cuál es el colesterol bueno? ¿Cuál es el colesterol malo? En este texto vamos a explicar las causas y consecuencias de un colesterol alto.


¿Qué es el colesterol?

Mucho se habla sobre el colesterol bueno y malo, pero poco se explica sobre su real significado.

El colesterol es una sustancia grasosa encontrada en todas las células de nuestro cuerpo. Es esencial para la formación de las membranas de nuestras células, para la síntesis de hormonas, como la testosterona, estrógeno, cortisol y otras (lea sobre la supra-renal para más informaciones), para la producción de la bilis, para la digestión de alimentos grasosos, para la formación de la mielina (una vaina que cubre los nervios), para la metabolización de algunas vitaminas (A, D, E y K), etc.

El colesterol de nuestro organismo tiene dos orígenes:
Endógeno – el colesterol es producido por nuestro propio cuerpo, principalmente por el hígado.
Exógeno – el colesterol también puede ser y es adquirido a través de los alimentos. 

Tipos de colesterol

Como se trata de una sustancia grasosa, el colesterol no se disuelve en la sangre, al igual que las gotas de aceite en el agua. Por lo tanto, para viajar a través de la corriente sanguínea y alcanzar los tejidos periféricos, el colesterol necesita de un transportador. Esa función le cabe a las lipoproteínas que son producidas en el hígado. Las principales son:

- VLDL (Very low-density lipoprotein).
- LDL (Low-density lipoprotein).
- HDL ( High-density lipoprotein).

El LDL transporta colesterol y un poco de triglicéridos de sangre hacia los tejidos. El VLDL transporta triglicéridos y un poco de colesterol. El HDL es un transportador diferente, que hace el camino inverso, toma el colesterol de los tejidos y lo devuelve hacia el hígado que los excretará en los intestinos. 

Mientras el LDL y el VLDL llevan colesterol hacia las células y facilitan la deposición de grasa en los vasos, el HDL hace lo inverso, promueve la retirada del exceso de colesterol, incluso de las placas arteriales. Por eso, denominamos al HDL como colesterol bueno y al VLDL y al LDL como colesterol malo. 

La producción de las liporoteínas es regulada por los niveles de colesterol. Colesterol derivado de grasas saturadas y grasas trans favorecen la producción de LDL, mientras que el consumo de grasas insaturadas, encontrada en el aceite del oliva, peces y almendras, por ejemplo, promueven la producción del HDL.

Por lo tanto, al medirnos los valores de las lipoproteínas transportadoras LDL, VLDL y HDL, tenemos una evaluación indirecta de la cantidad y de la calidad del colesterol que circula en nuestra sangre. 

¿Qué es la aterosclerosis? 

Las elevadas concentraciones de VLDL y el LDL están asociadas a la deposición de grasa en la pared de los vasos sanguíneos, llevando a la formación de placas de colesterol. Cuando nuestro cuerpo tiene más colesterol de lo necesario, las moléculas de LDL quedan circulando en la sangre en busca de algún tejido que esté necesitando de colesterol para su funcionamiento. Si este colesterol no es entregado a ningún tejido, la molécula de LDL se acaba depositando en los vasos, acumulando grasa en los mismos. Este proceso es conocido como aterosclerosis. 


Capas de grasa ocupan espacio y disminuyen el diámetro de la luz de los vasos

Observe en la ilustración al lado, cómo esas capas de grasa ocupan espacio y disminuyen el diámetro de la luz de los vasos (llamamos luz a la parte hueca de dentro de los vasos por donde pasa la sangre). La aterosclerosis también causa lesión directa en la pared, disminuyendo la elasticidad de las arterias, tornándolas más duras.

El depósito de grasa y la lesión de la pared de los vasos favorecen la obstrucción del flujo de sangre y la reducción del aporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos. Cuando los vasos acometidos por las placas de colesterol son las arterias coronarias (arterias del corazón), el resultado final puede ser el infarto cardiaco; cuando son acometidos vasos cerebrales, el paciente puede evolucionar con un ACV .

Dislipidemia

El aumento de los niveles de colesterol es llamado de dislipidemia. Durante mucho tiempo, los médicos evaluaron el grado de dislipidemia a través de los valores del colesterol total, que no es otra cosa que la suma de los niveles sanguíneos de HDL + LDL + VLDL. No obstante, como acabamos de explicar, existe el colesterol malo y el colesterol bueno, lo que torna poco eficiente la evaluación conjunta de ellos. Actualmente el colesterol total es menos valorizado que los niveles individuales de HDL y LDL.

Vea estos ejemplos:

Paciente 1 - LDL 150, HDL 20 y VLDL 20 = colesterol total de 190.
Paciente 2 - LDL 100, HDL 65 y VLDL 25 = colesterol total de 190.

Según lo explicado hasta ahora, no hay dudas de que el paciente 1 presenta más riesgo de ateroesclerosis que el paciente 2, pese a que tienen el mismo nivel de colesterol total. El ejemplo de arriba explica por qué el colesterol total no es el mejor parámetro para evaluar la dislipidemia. 

Valores de colesterol HDL y colesterol LDL

Como la dislipidemia es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, la medicina ha tratado de establecer, a través de estudios, cuáles son los niveles ideales de colesterol HDL y LDL. Actualmente clasificamos el colesterol de la siguiente manera:

LDL 
Menor que 100 mg/dL – Óptimo
Entre 101 y 130 mg/dL - Normal
Entre 131 y 160 mg/dL - Normal/alto
Entre 161 y 190 mg/dL - Alto
Mayor que 190 mg/dL - Muy alto

HDL
Menor que 40 mg/dL - Bajo (malo)
Entre 41 y 60 mg/dL - Normal
Mayor que 60 mg/dL - Alto (óptimo)

¿Qué hacer cuando el colesterol está alto?

Una dieta rica en grasas insaturadas y pobre en grasas saturadas está indicada para todas las personas, independiente del valor de su colesterol. No obstante, si usted tiene dislipidemia, seguir esta dieta es aún más importante . 

Sin embargo, no siempre la dieta por sí sola resuelve el problema del colesterol alto. Esto se debe a que el aumento del colesterol LDL está relacionado a factores genéticos y alimenticios. El 75% de nuestro colesterol es de origen endógeno (producido por el hígado) y apenas el 25% viene de la alimentación. Luego, si los valores del LDL fuesen muy elevados, la dieta por sí sola no será suficiente para normalizar los valores del colesterol malo. En un texto de próxima aparición hablaremos un poco más sobre la dieta para quien tiene colesterol malo. 

Los ejercicios físicos ayudan a elevar el HDL y a disminuir el LDL, siendo otra opción para el control de la dislipidemia. No obstante, así como en el caso de la dieta, la reducción tampoco es grande. La dieta y los ejercicios físicos es suficiente para aquellos pacientes con LDL hasta 160 mg/dl. Este es el grupo que puede conseguir buenos resultados sin tener que recurrir a medicamentos. 

La decisión de cuándo comenzar los medicamentos depende no sólo de los valores de LDL y HDL, sino también de la presencia de otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, incluyendo:
Tabaquismo.
Hipertensión.
Diabetes (lea: SÍNTOMAS DE LA DIABETES)
Insuficiencia renal crónica.
Obesidad y síndrome metabólico 
Edad mayor de 45 años. 

Cuantos más factores de riesgo usted tenga, más bajo debe ser su colesterol. A groso modo, podemos resumir de la siguiente manera: 

Paciente con apenas un factor de riesgo – El colesterol LDL debe ser menor que 160 mg/dL.
Paciente con dos o más factores de riesgo – El colesterol LDL debe ser menor que 130 mg/dL.
Pacientes con alto riesgo cardiovascular, principalmente si ha tenido un infarto o ACV – El colesterol LDL debe ser menor que 100 mg/dL.

Trabajos más recientes comienzan a sugerir que un LDL menor de 80 es el ideal para pacientes de alto riesgo.

El HDL muy bajo también es considerado factor de riesgo, incluso con LDL no muy elevado. Ya se puede indicar tratamiento apenas con base en su valor. 

¿Es malo tener HDL muy bajo?

No, por el contrario. Algunas personas, normalmente mujeres, tienen HDL muy elevado, a veces arriba de 100 mg/dL. Eso no indica cualquier enfermedad. En realidad, son personas afortunadas, pues presentan bajo riesgo de enfermedad cardiaca, principalmente si el LDL es bajo. 

¿Cuáles son los síntomas de colesterol alto?

Ninguno. El colesterol alto no provoca síntomas. 

Atención: el colesterol alto no da cansancio, dolor de cabeza, falta de aire, postración o cualquier otro síntoma. La dislipidemia es una enfermedad silenciosa. La única manera de saber los niveles de colesterol es a través del análisis de sangre. 

Triglicéridos

La hipertrigliceridemia, nombre que se da al aumento de los triglicéridos en la sangre, también es factor de riesgo de la aterosclerosis, principalmente si se asocia a niveles bajos de HDL. 

Los triglicéridos están íntimamente ligados al VLDL y su valor suele ser 5 veces mayor. Por ejemplo, un individuo con VLDL de 30 mg/dL, tendrá niveles de triglicéridos alrededor de 150 mg/dL.

Los valores normales de triglicéridos son:

Hasta 150 mg/dL = normal
Entre 150 y 199 mg/dL = limítrofe
Entre 200 y 500 mg/dL = elevado
Mayor que 500 mg/dL= muy elevado

El tratamiento para bajar los triglicéridos consiste en ejercicios aeróbicos regulares, reducción de peso y control de la ingestión de carbohidratos (pastas, dulces, bebidas gaseosas…) y alcohol. 

La dieta asociada a la práctica de deportes es más exitosa en la reducción de los triglicéridos que en el colesterol LDL, principalmente en el sexo masculino. Mientras la mayoría de los pacientes con colesterol alto acaba necesitando medicamentos, los pacientes disciplinados logran controlar sus triglicéridos sin necesidad de apelar a medicamentos. 

El aumento del colesterol y, principalmente, de los triglicéridos, está asociado a una mayor incidencia de acumulación de grasa en el hígado, llamada de esteatosis hepática. 

Del mismo modo que la hipercolesterolemia puede tener origen genético, la hipertrigliceridemia también. Existen casos de triglicéridos mayores de 1000 mg/dL (yo ya he visto hasta de 4000 mg/dL). En estos individuos la sangre tiene tanta grasa que llega a quedar con aspecto lechoso. Los triglicéridos exageradamente altos aumentan el riesgo de pancreatitis aguda. 

Medicamentos usados para el tratamiento del colesterol alto (dislipidemia)

Todo paciente con colesterol y/o triglicérido elevado debe someterse a dieta, practicar ejercicios físicos regulares y, si estuviese con sobrepeso, adelgazar. 

Los medicamentos elegidos para la reducción del LDL y el aumento del HDL son las estatinas, también llamadas de inhibidores de la enzima HMG-coA reductasa (enzima del hígado responsable por la producción de colesterol). Las estatinas también actúan en la reducción de los triglicéridos. 

Las estatinas más prescritas son:

- Sinvastatina
- Atorvastatina
- Fluvastatina
- Pravastatina
- Rosuvastatina
- Lovastatina

La rosuvastatina y la atorvastatina son las más fuertes y logran reducciones del colesterol con menores dosis. No obstante, cuando comparamos dosis equivalentes, no hay diferencias en los resultados entre todas las estatinas. Por lo tanto, la elección debe ser individual, con base en las condiciones económicas y en la adaptación del paciente al medicamento. Al final, todas las estatinas son efectivas. 

Los principales efectos colaterales de estos medicamentos son el dolor muscular y los calambres . En algunos casos la lesión muscular puede ser seria e indicar la interrupción del tratamiento. La hepatitis medicamentosa también puede ocurrir. 

Pese a que las estatinas actúan en los niveles de triglicéridos, los fibratos son una clase con acción más intensa para ese fin. Los fibratos reducen los triglicéridos, pero prácticamente no interfieren en el colesterol LDL. 

Los fibratos más usados son:

- Fenofibrato
- Benzafibrato
- Genfibrozil
- Clofibrato
- Ciprofibrato

La asociación entre fibratos y estatinas debe realizarse con cautela, ya que hay aumento del riesgo de lesión muscular con el uso concomitante de estos medicamentos.


Autor del artículo
Dr. Pedro Pinheiro. Médico egresado de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) en 2002. Diploma reconocido por la Universidad de Oporto, Portugal. Título de especialista en Medicina Interna de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ) en 2005. Título de nefrólogo de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ) y de la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN) en 2007. Título de Nefrólogo del Colegio Portugués de Nefrología.

 


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