lunes, 19 de marzo de 2012

HIPOTIROIDISMO | TIROIDES DE HASHIMOTO.


Hipotiroidismo es el nombre que se da cuando la glándula tiroides funciona deficientemente, produciendo menos hormonas de las necesarias para el control de nuestro metabolismo. El hipotiroidismo es la enfermedad más común de la tiroides. En este artículo vamos a explicar los siguientes puntos sobre el hipotiroidismo:



  • Qué es el hipotiroidismo.
  • Cómo funciona la tiroides.
  • Causas del hipotiroidismo.
  • Qué es la tiroides de Hashimoto.
  • Síntomas del hipotiroidismo.
  • Diagnóstico del hipotiroidismo.
  • Tratamiento del hipotiroidismo.


¿Cómo funciona la tiroides?

La tiroides (o glándula tiroidea) es una glándula en forma de mariposa que se localiza en la base del cuello, debajo de la laringe. La tiroides produce dos hormonas: triyodotironina (T3) y tiroxina (T4), que actúan regulando nuestro metabolismo, o sea la forma en que el cuerpo usa y almacena energía.


Hipotiroidismo


Hipotiroidismo es el nombre que se da cuando la glándula tiroides produce una cantidad insuficiente de estas hormonas. Para entender cómo surge el hipotiroidismo es necesario saber cómo funciona la tiroides. El mecanismo explicado abajo parece complicado, pero no lo es. Lea con calma, que está todo detallado.

Como acabo de explicar, la tiroides produce dos hormonas que controlan nuestro metabolismo, llamadas T3 y T4.

La glándula hipófisis, localizada en la base del cerebro, controla el grado de producción de T3 y T4 por la tiroides a través de una hormona llamada TSH (Hormona Estimuladora de la Tiroides, por sus siglas en inglés).

Cuando existe poca hormona tiroidea circulante, la hipófisis aumenta la secreción de TSH, dando origen a que haya una mayor producción de T3 y T4 por la tiroides. Cuando existe mucha hormona circulante, la hipófisis disminuye la secreción de TSH, desestimulando la tiroides para que produzca T3 y T4. Así, el organismo logra mantener niveles siempre estables de T3 y T4, manteniendo nuestro metabolismo controlado.

Hipotiroidismo primario / hipotiroidismo secundario

El hipotiroidismo puede ser causado por un problema en la tiroides que impida la secreción de sus hormonas (hipotiroidismo primario) o por un problema en la hipófisis que inhiba la secreción de TSH, inhibiendo consecuentemente la producción de T3 y T4 (hipotiroidismo secundario).

Por lo tanto, el hipotiroidismo primario ocurre por defecto en la tiroides y el hipotiroidismo secundario por defecto en la hipófisis.

La distinción entre hipotiroidismo primario y secundario es muy fácil, y se hace a través de la medición de TSH y del T4 en la sangre:

Cuando la tiroides tiene un problema y comienza a producir poca hormona, la hipófisis aumenta progresivamente su producción de TSH para tratar de controlar ese déficit. Por lo tanto, en el hipotiroidismo primario encontramos la TSH elevada y la T4 baja.

Si el problema fuese central, en la hipófisis, encontraríamos una TSH baja por falta de secreción y una T4 también baja por falta de estímulo para su producción.

El 95% de los casos de hipotiroidismo son de origen primario. Las principales causas son la tiroides de Hashimoto, la remoción quirúrgica de la tiroides (tiroidectomía) y la destrucción de la glándula por irradiación.

Tiroides de Hashimoto

La tiroides de Hashimoto es una enfermedad autoinmune , que ocurre por destrucción de la glándula por nuestros propios anticuerpos.

La tiroides de Hashimoto es la principal causa de hipotiroidismo. Es siete veces más común en las mujeres y presenta una clara relación familiar.

La tiroides de Hashimoto ocurre de la siguiente manera:

Por motivos aún desconocidos, nuestro organismo pasa a producir anticuerpos contra la propia glándula tiroides. El proceso de destrucción es lento y dura varios años.

Conforme las células de la tiroides van siendo destruidas, la capacidad de que la glándula produzca T4 y T3 va decayendo. Al notar que hay una disminución de los niveles de hormonas tiroideas, la hipófisis aumenta la secreción de TSH, estimulando las células de la tiroides que aún existen para aumentar su producción de hormonas.

Este aumento de TSH es suficiente para normalizar los niveles de T3 y T4. Por eso, en las fases iniciales de la tiroides de Hashimoto, el paciente no presenta síntomas, ya que sus niveles sanguíneos de T3 y T4 permanecen normales. Sin embargo, en los análisis de sangre ya conseguimos detectar una TSH más elevada de lo normal. Esta fase es llamada de hipotiroidismo sublclínico.

Conforme más células van muriendo, más TSH va siendo secretada por la hipófisis, de tal manera que las células restantes son tan pocas que ya no logran producir T3 y T4 necesarias para mantener un nivel sanguíneo deseado. Cuando las hormonas de la tiroides están en niveles bajos, comienzan a surgir los síntomas del hipotiroidismo.

El nombre tiroiditis es dado porque la acción de los anticuerpos en la tiroides causa una irritación de la misma. Es posible que el paciente desarrolle hipertiroidismo en las fases iniciales, ya que la glándula irritada puede comenzar a liberar más hormonas de lo deseado. El paciente puede evolucionar con hipertiroidismo inicialmente, y sólo en fases avanzadas pasar a tener hipotiroidismo.

Síntomas del hipotiroidismo

Bocio.
Cansancio.
Piel seca.
Dolor en las articulaciones.
Síndrome el túnel carpiano.
Constipación intestinal.
Aumento del colesterol 
Alteraciones de la menstruación.
Aumento de peso.
Intolerancia al frío.
Pérdida del cabello.
Letargia.
Edemas (hinchazón)
En casos graves y no tratados: coma.

El hipotiroidismo lleva al aumento de peso, pero NO ES CAUSA DE OBESIDAD. Es muy común que las personas justifiquen su obesidad por el hipotiroidismo, cuando en realidad esa condición lleva al aumento de unos pocos quilos, un máximo de 5 ó 6. Además, el aumento de peso es, en buena parte, por retención de líquidos y no por aumento de grasa. Nadie aumenta de peso lo suficiente como para quedar obeso sólo porque está con hipotiroidismo. La obesidad sólo ocurre en aquellos pacientes que ya se encontraban en situación de sobrepeso anteriormente, a punto de ser obsesos.

En los niños, el hipotiroidismo lleva a un cuadro de bajo crecimiento y retardo mental llamado de cretinismo (de ahí el origen de la palabra cretino). Las hormonas tiroideas son esenciales para el desarrollo del cerebro. El test del piecito sirve para diagnosticar hipotiroidismo en los recién nacidos.

El hipotiroidismo causado por la remoción o irradiación de la tiroides presenta los mismos síntomas del hipotiroidismo causado por la tiroides de Hashimoto. La diferencia es que su inicio es abrupto en la remoción de la tiroides, y lento y progresivo en el Hashimoto.

Otra causa de hipotiroidismo es la carencia de yodo, sustancia necesaria para la producción de las hormonas. Hoy existe suplementación de yodo en la sal de cocina. Este tipo de hipotiroidismo es poco frecuente en las áreas urbanas.

Algunos medicamentos, como la amiodarona, interferón y litio también pueden causar alteraciones en el funcionamiento de la tiroides, causando hipotiroidismo.

Para más detalles sobre los síntomas del hipotiroidismo, texto que será escrito en las próximas semanas.

Diagnóstico del hipotiroidismo

El diagnóstico se hace mediante la medición de TSH, T4 libre y de los anticuerpos contra tiroides (anti-TPO y antitiroglobulina).

En general, el diagnóstico de hipotiroidismo se le da a los pacientes con síntomas de hipotiroidismo que tengan TSH mayor que 4 mU/L. Existe incluso el grupo que cae en la definición de hipotiroidismo subclínico, es decir, TSH mayor que 4 mU/L, pero sin síntomas de la enfermedad. En este último caso, el tratamiento sólo es necesario en caso de que el paciente tenga colesterol elevado, TSG mayor que 10 mU/L, en caso de que la paciente esté embarazada o si tiene los anticuerpos contra tiroides positivos (anti-TPO y antitiroglobulina).

La presencia de anti-TPO o antitiroglobulina en un paciente con hipotiroidismo indica que la causa es la enfermedad de Hashimoto.

Hoy en día, gracias a la identificación de los hipotiroidismos subclínicos, ya somos capaces de diagnosticar la enfermedad antes de que presente señales clínicas. Una de las primeras alteraciones es la elevación del colesterol, que puede preceder por años el inicio del hipotiroidismo franco.

Atención: no existe hipotiroidismo con análisis normales. Si usted cree que tiene síntomas de hipotiroidismo, pero su TSH y T4 son normales, sus quejas tienen otra causa.

Todos los pacientes mayores de 50 años deben tener su TSH medido, incluso si no presentan ningún síntoma de hipotiroidismo. Si hubiese antecedente familiar positivo, el rastreo puede comenzar a los 35 años, principalmente en las mujeres.

Tratamiento del hipotiroidismo

No existe cura para la enfermedad de Hashimoto, pero felizmente ya existen hormonas tiroideas sintéticas. El tratamiento del hipotiroidismo consiste en la simple administración diaria de las mismas. El medicamento usado normalmente es la Levotiroxina (Puran®, Synthroid®, Letter®,), que es una T4 sintética.

La Levotiroxina es administrada una vez por día y debe ser tomada siempre con el estómago vacío (1 hora antes de comer o 2 horas después). El objetivo del tratamiento es mantener la TSH dentro de la tasa de normalidad, que varía entre 0,4 y 4,0 mU/L. Para esto, el médico puede tener que alterar las dosis del medicamento de vez en cuanto.

Las dosis de los comprimidos de levotiroxina son en microgramos y no en miligramos como la mayoría de los medicamentos. Por eso, la levotiroxina no debe realizarse en farmacia de manipulación, para que no haya errores en la dosis.

Los síntomas suelen disminuir ya con dos semanas de tratamiento. El objetivo es mantener al paciente con TSH normal y libre de síntomas.

El tratamiento se hace por toda la vida o puede ser interrumpido.

Tratamiento del hipotiroidismo subclínico

No hay dudas de que los pacientes con TSH elevado y síntomas de hipotiroidismo deben ser tratados con reposición de hormonas. La duda surge en los casos de hipotiroidismo subclínico.

En dicho grupo, el tratamiento sólo es necesario en caso de que el paciente tenga colesterol elevado, TSH mayor que 10 mU/L, o en caso de que la paciente esté embarazada, o si tienen los anticuerpos contra tiroides positivos (anti-TPO y antitiroglobulina).


Autor del artículo
Dr. Pedro Pinheiro. Médico egresado de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) en 2002. Diploma reconocido por la Universidad de Oporto, Portugal. Título de especialista en Medicina Interna de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ) en 2005. Título de nefrólogo de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ) y de la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN) en 2007. Título de Nefrólogo del Colegio Portugués de Nefrología.



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