La artrosis, también conocida como osteoartritis, osteoartrosis o artritis degenerativa, es la forma más común de la artrosis, y es el resultado de la degeneración del cartílago que protege la articulación. En este texto vamos a explicar con detalles lo que es la artrosis, cuáles son sus síntomas, causas y opciones de tratamiento.
¿Qué es la artrosis?
Para entender la artrosis es necesario conocer un poco la anatomía de las articulaciones.
Articulación es la región donde hay conexión entre dos o más huesos distintos. Ejemplos: la rodilla es una articulación que liga los huesos fémur y tibia (conecta el muslo a la pierna), el codo es una articulación que liga el hueso húmero a los huesos ulna (cúbito) y radio (que conecta el brazo al antebrazo) y el tobillo es una articulación que liga los huesos tibia, fíbula y talus (conecta la pierna al pie).
Las articulaciones citadas arriba son móviles, al contrario, por ejemplo, de las articulaciones que conectan los diversos huesos del cráneo, que son fijas (nuestro cráneo no es formado por un único y gran hueso, sino por varios huesos conectados unos a otros).
Las articulaciones móviles poseen cartílago y una bolsa llena de líquido, llamado líquido sinovial. El cartílago es un tejido resbaladizo adherido a las extremidades de los huesos ligados por las articulaciones. Cuando hay movimiento en la articulación, gracias al lubricante líquido sinovial y al amortiguador cartílago, los huesos se deslizan entre sí con la mínima fricción.
La artrosis es un proceso en el que hay una degeneración del cartílago. En las fases iniciales de la artrosis el cartílago se torna más áspero, aumentando la fricción durante el movimiento de la articulación. La artrosis grave surge cuando el cartílago es completamente destruido, de manera que la fricción entre los dos huesos causa el desgaste de los mismos.
La fricción en las articulaciones provoca una inflamación de la misma, que se caracteriza por un cuadro de artrosis, de ahí el nombre de osteoartritis (artritis = inflamación de la articulación). Existen cerca de 100 enfermedades que pueden causar artritis; la artrosis (osteoartritis) es la más común.
Causas y factores de riesgo de la artrosis
La osteoartritis es muy rara antes de los 40 años y muy común después de los 60 años. Durante mucho tiempo se pesaba que la degeneración de la articulación, y consecuentemente la artrosis, era un proceso natural del envejecimiento. Hoy sabemos que la edad es uno de los principales factores de riesgo, pero no es el único.
Además de la edad, otros factores de riesgo para la osteoartritis son: la obesidad (principalmente para la artrosis de la rodilla), ser del sexo femenino (las mujeres tienen hasta 3 veces más posibilidad de desarrollar osteoartritis que los hombres), falta de práctica de ejercicios (excepto los de alto impacto en las articulaciones, que pueden llevar a la artrosis), predisposición genética, etc.
La artrosis puede ser primaria, cuando no hay una causa aparente además de la edad, o secundaria, cuando surge debido a traumas en las articulaciones, deformidades óseas, obesidad, diabetes (lea: DIABETES MELLITUS / Diagnóstico y síntomas), etc.
Resumiendo, los principales factores de riesgo para la artrosis son:
Las articulaciones más afectadas por la osteoartritis son las manos, rodillas, cadera y columna.
El principal síntomas de la artrosis es el dolor, que normalmente empeora con el esfuerzo físico y se alivia con reposo. El dolor suele ser peor al final del día y después de largos periodos de inmovilización, como en viajes de avión o en butacas de cine. Algunos pacientes empeoran del dolor con los cambios de clima. Conforme la osteoporosis avanza, el dolor puede surgir con actividades cada vez menos intensas, pudiendo por fin, ocurrir incluso en reposo y durante la noche. La artrosis en fases avanzadas es una enfermedad incapacitante.
El dolor no es causado directamente por la lesión en el cartílago, ya que éste no presenta enervación. Eso significa que algunos pacientes con lesiones graves del cartílago, visibles en la radiografía, pueden presentar pocas quejas de dolor, mientras otros con lesiones menos visibles pueden tener síntomas de artrosis más evidentes.
La rigidez también es una queja común en pacientes con artrosis. La rigidez de las articulaciones enfermas es común en los primeros minutos luego de que el paciente despierta, mejorando aproximadamente después de media hora. Durante el día también pueden haber episodios de rigidez articular, principalmente después de periodos de inactividad.
La articulación afectada por la osteoartritis suele presentar una movilidad menor y puede estar hinchada, caliente y presentar crepitaciones debido al movimiento.
Hablaremos sobre el diagnóstico y el tratamiento de la artrosis en un texto aparte, que será escrito en los próximos días.
¿Qué es la artrosis?
Para entender la artrosis es necesario conocer un poco la anatomía de las articulaciones.
Articulación es la región donde hay conexión entre dos o más huesos distintos. Ejemplos: la rodilla es una articulación que liga los huesos fémur y tibia (conecta el muslo a la pierna), el codo es una articulación que liga el hueso húmero a los huesos ulna (cúbito) y radio (que conecta el brazo al antebrazo) y el tobillo es una articulación que liga los huesos tibia, fíbula y talus (conecta la pierna al pie).
Las articulaciones citadas arriba son móviles, al contrario, por ejemplo, de las articulaciones que conectan los diversos huesos del cráneo, que son fijas (nuestro cráneo no es formado por un único y gran hueso, sino por varios huesos conectados unos a otros).
Las articulaciones móviles poseen cartílago y una bolsa llena de líquido, llamado líquido sinovial. El cartílago es un tejido resbaladizo adherido a las extremidades de los huesos ligados por las articulaciones. Cuando hay movimiento en la articulación, gracias al lubricante líquido sinovial y al amortiguador cartílago, los huesos se deslizan entre sí con la mínima fricción.
Atrosis - degeneración del cartílago |
La artrosis es un proceso en el que hay una degeneración del cartílago. En las fases iniciales de la artrosis el cartílago se torna más áspero, aumentando la fricción durante el movimiento de la articulación. La artrosis grave surge cuando el cartílago es completamente destruido, de manera que la fricción entre los dos huesos causa el desgaste de los mismos.
La fricción en las articulaciones provoca una inflamación de la misma, que se caracteriza por un cuadro de artrosis, de ahí el nombre de osteoartritis (artritis = inflamación de la articulación). Existen cerca de 100 enfermedades que pueden causar artritis; la artrosis (osteoartritis) es la más común.
Causas y factores de riesgo de la artrosis
La osteoartritis es muy rara antes de los 40 años y muy común después de los 60 años. Durante mucho tiempo se pesaba que la degeneración de la articulación, y consecuentemente la artrosis, era un proceso natural del envejecimiento. Hoy sabemos que la edad es uno de los principales factores de riesgo, pero no es el único.
Además de la edad, otros factores de riesgo para la osteoartritis son: la obesidad (principalmente para la artrosis de la rodilla), ser del sexo femenino (las mujeres tienen hasta 3 veces más posibilidad de desarrollar osteoartritis que los hombres), falta de práctica de ejercicios (excepto los de alto impacto en las articulaciones, que pueden llevar a la artrosis), predisposición genética, etc.
La artrosis puede ser primaria, cuando no hay una causa aparente además de la edad, o secundaria, cuando surge debido a traumas en las articulaciones, deformidades óseas, obesidad, diabetes (lea: DIABETES MELLITUS / Diagnóstico y síntomas), etc.
Resumiendo, los principales factores de riesgo para la artrosis son:
- Edad.
- Sexo femenino.
- Obesidad.
- No tener osteoporosis (huesos fuertes en la tercera edad aumentan el riesgo de artrosis, es decir, que aquellos ancianos que no tienen osteoporosis presentan mayor riesgo de padecer artrosis).
- Ocupación (trabajos que fuercen las articulaciones de manera crónica).
- Actividades deportivas de alto impacto.
- Traumas en las articulaciones.
- Enfermedades musculares.
- Predisposición genética.
- Deformaciones óseas.
- Diabetes Mellitus.
Las articulaciones más afectadas por la osteoartritis son las manos, rodillas, cadera y columna.
El principal síntomas de la artrosis es el dolor, que normalmente empeora con el esfuerzo físico y se alivia con reposo. El dolor suele ser peor al final del día y después de largos periodos de inmovilización, como en viajes de avión o en butacas de cine. Algunos pacientes empeoran del dolor con los cambios de clima. Conforme la osteoporosis avanza, el dolor puede surgir con actividades cada vez menos intensas, pudiendo por fin, ocurrir incluso en reposo y durante la noche. La artrosis en fases avanzadas es una enfermedad incapacitante.
El dolor no es causado directamente por la lesión en el cartílago, ya que éste no presenta enervación. Eso significa que algunos pacientes con lesiones graves del cartílago, visibles en la radiografía, pueden presentar pocas quejas de dolor, mientras otros con lesiones menos visibles pueden tener síntomas de artrosis más evidentes.
La rigidez también es una queja común en pacientes con artrosis. La rigidez de las articulaciones enfermas es común en los primeros minutos luego de que el paciente despierta, mejorando aproximadamente después de media hora. Durante el día también pueden haber episodios de rigidez articular, principalmente después de periodos de inactividad.
La articulación afectada por la osteoartritis suele presentar una movilidad menor y puede estar hinchada, caliente y presentar crepitaciones debido al movimiento.
Hablaremos sobre el diagnóstico y el tratamiento de la artrosis en un texto aparte, que será escrito en los próximos días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario