lunes, 19 de marzo de 2012

Erisipela y celulitis.


Erisipela y celulitis son dos infecciones con características semejantes que se desarrollan cuando las bacterias sobrepasan la barrera de la piel, invadiendo e infectando los tejidos subcutáneos.

El término celulitis causa cierta confusión por designar dos enfermedades diferentes. Aquellas irregularidades en la piel por acumulación de líquido y grasa, que tanto atormentan a las mujeres, popularmente conocidas como celulitis, es en realidad llamada en medicina de hidrolipodistrofia ginoide.

En este artículo vamos a hablar de la celulitis, infección de la piel, que es una lesión semejante a la erisipela y que nada tiene que ver con la celulitis de la medicina estética.

¿Cómo ocurren las infecciones de la piel?

La piel es nuestro principal órgano de defensa. Es la piel la que mantiene nuestro medio interior aislado e impide que los gérmenes del medio externo invadan nuestro cuerpo.

Cualquier objeto o ser de la naturaleza se encuentra repleto de bacterias, virus, hongos y otros gérmenes en su superficie. Si no tuviésemos piel, nuestros órganos estarían en contacto directo con esos gérmenes y tendríamos infecciones de forma continua. Moriríamos de sepsis inmediatamente después de nacer y hace millares de años que estaríamos extinguidos. No es fortuito que todos los seres vivos tengan algún tipo de tejido que haga el papel de piel.

Si por un lado, el interior del cuerpo queda aislado de gérmenes; por otro, nuestra piel se encuentra repleta de estos. Cualquier material, sea orgánico o no, cuando es expuesto al ambiente, adquiere su carga de microbios.

Cuando abrimos una herida en la piel, por muy pequeña que sea, se da una ruptura en esa barrera de protección, exponiendo nuestro interior a los gérmenes del medio externo. Las infecciones más comunes son aquellas causadas por bacterias que viven naturalmente en nuestra piel y se aprovechan de cualquier lesión para invadir nuestros tejidos subcutáneos.

La erisipela y la celulitis son dos infecciones de origen bacteriano que afectan las capas interiores de la piel, aprovechando alguna lesión de la misma que sirve como puerta de entrada.

Por lo tanto, la erisipela y la celulitis son infecciones de las capas interiores de la piel. Si no se tratan adecuadamente, esas bacterias invasoras pueden migrar hacia otras regiones del cuerpo, como la corriente sanguínea y los órganos internos.

¿Cuál es la diferencia entre la erisipela y la celulitis?

Observen la figura que se muestra abajo, que representa las capas de la piel. La gran diferencia entre la erisipela y la celulitis es el lugar donde la bacteria se aloja y causa la infección. En el caso de la erisipela, la infección se da en las capas más cercanas al exterior, afectando la epidermis y la capa más superficial de la dermis. En cambio, la celulitis es una infección más profunda, infectando el tejido grasoso en la hipodermis y la capa profunda de la dermis.


Capas de la piel


Síntomas de la erisipela y de la celulitis

Ambas lesiones son muy semejantes y, a veces, difíciles de ser distinguidas. Tanto la erisipela como la celulitis se presentan clínicamente como una infección de la piel, es decir, con rubor (rojez), calor local, intenso dolor y edema (hinchazón) en el lugar afectado.

Como la erisipela es una infección más superficial que la celulitis, algunas características ayudan en el diagnóstico diferencial. En la erisipela, la lesión suele presentar un discreto relieve y sus bordes son muy nítidos. Al examinar la piel es fácil saber en donde comienza y en donde termina la infección. La delimitación entre piel enferma y piel sana es clara.

ErisipelaErisipela
Erisipela


La celulitis, debido a que afecta tejidos más profundos, no presenta señales tan claras en la piel. La lesión suele ser más difusa y no siempre es posible saber exactamente dónde comienza y dónde termina la infección. Observe en la foto de abajo, de una celulitis en la pierna, cómo no es tan simple saber en qué parte del pie no hay más infección.

CelulitisCelulitis
Celulitis


En la erisipela, los síntomas sistémicos, como fiebre, sudores y escalofríos suelen aparecer precozmente, apenas surgen las primeras señales de infección en la piel. En la celulitis, el cuadro suele ser más demorado, apareciendo primero la lesión, y sólo después de algunos días la fiebre. Otros síntomas de la infección pueden ser pérdida del apetito, náuseas, vómitos, malestar, inapetencia y dolor de cabeza.

La erisipela suele ocurrir con más frecuencia en niños y ancianos; en cambio, la celulitis es más común en adultos de 50 años.

Los miembros inferiores son las partes más afectadas tanto en la erisipela como en la celulitis. Sin embargo, cualquier área de la piel puede ser afectada.

Curiosidad: la oreja es una parte que no posee tejidos subcutáneos, por lo tanto, una infección en esta región sólo puede ser erisipela.

En los cuadros más graves, la infección se torna más difusa y la distinción entre las dos enfermedades es más difícil. Algunas señales de gravedad incluyen la formación de ampollas, úlcera y necrosis de la piel. Cuadros graves con infecciones profundas pueden evolucionar hacia osteomielitis, que es la infección del hueso. Otra complicación es la endocarditis, infección de las válvulas del corazón por las bacterias que migran por la corriente sanguínea.

Si no son tratadas, la celulitis y la erisipela pueden evolucionar hacia una sepsis con elevado riesgo de muerte para el paciente.

Erisipela
Erisipela - bullas

La erisipela suele afectar los vasos linfáticos superficiales de la piel, pudiendo causar un edema linfático. Cuando la infección ocurre crónicamente, la destrucción de estos vasos puede llevar a un cuadro de edema crónico semejante al que ocurre en la elefantiasis (filariasis). Es una lesión muy común en personas que viven en la calle, principalmente en los más ancianos. El edema linfático es una complicación típica de la erisipela de repetición, pero también puede ocurrir en la celulitis.


Edema linfático por erisipela
Edema por erisipela crónica


Factores de riesgo para la erisipela y la celulitis

Como ya se ha dicho al principio de este texto, cualquier lesión que sirva de puerta de entrada para bacterias, se torna un factor de riesgo para el desarrollo de infecciones en la piel. Entre las más comunes podemos citar:

- Cortes y heridas simples.
- Pie de atleta.
- Eczemas.
- Impétigo.
- Varicela u otras erupciones de la piel.
- Espinillas (acné).
- Picaduras de mosquito.
- Uñas encarnadas o cualquier otra lesión de la uña.
- Uso de drogas endovenosas.
- Quemaduras.
- Mordidas de animales.
- Implantación de piercings.

Además de las lesiones de la piel, existen otros factores asociados a un mayor riesgo de erisipela y celulitis:

- Obesidad.
- Diabetes.
- Uso de corticoides.
- Inmunosupresión.
- Pacientes con edema crónico (por cualquier causa).

¿Qué es lo que causa la erisipela y la celulitis?

Dos bacterias que viven en nuestra piel son responsables por más del 80% de los casos de celulitis y erisipela. Son el Streptococcus y el Staphylococcus. El Staphylococcus MRSA, una forma multirresistente de dicha bacteria, también puede causar infecciones en la piel. La erisipela suele ser causada por el Streptococcus, y la celulitis por el Staphylococcus. Esto, no obstante, no es una regla. Varias otras bacterias pueden ser responsables por el cuadro, incluyendo Haemophilus influenzae, Yersinia enterocolitica, Streptococcus pneumoniae, Klebsiella pneumoniae, Pasteurella multocida, Pseudomonas aeruginosa y Clostridium.

Tratamiento de la erisipela y de la celulitis

Por tratarse de infecciones bacterianas, el tratamiento contra esas dos infecciones debe realizarse con antibióticos. El régimen inicial debe incluir una droga que tenga acción sobre el Streptococcus y el Staphylococcus.

La elección entre antibióticos por vía oral o por vía venosa debe llevarse acabo de acuerdo con la gravedad del caso. Lesiones en el rostro, lesiones graves o en pacientes con inmunosupresión deben ser preferiblemente tratadas con drogas endovenosas.

El tiempo de tratamiento suele ser de 14 días.

Las drogas principalmente elegidas son las penicilinas y sus derivados. Algunas opciones incluyen la cefalexina, flucloxacilina, dicloxacilina, amoxicilina, oxacilina y cefalotina. Los alérgicos a la penicilina pueden ser tratados con eritromicina o clindamicina.

En los casos con sospecha de Staphylococcus MRSA (Staphylococcus resistente), el tratamiento debe llevarse a cabo con vancomicina por vía venosa.

El antibiótico correcto debe ser elegido por su médico y el régimen puede variar de región a región de acuerdo con el perfil de resistencia de las bacterias.

Además de los antibióticos, el reposo y la elevación del miembro afectado son importantes, pues ayudan a disminuir el edema y alivian el dolor.

En los casos de erisipela recurrente, en los cuales no se consigue controlar los factores de riesgo, puede indicarse un tratamiento profiláctico con una dosis de penicilina benzatina (benzetacil) todo el mes por varios meses.


Autor del artículo
Dr. Pedro Pinheiro. Médico egresado de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) en 2002. Diploma reconocido por la Universidad de Oporto, Portugal. Título de especialista en Medicina Interna de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ) en 2005. Título de nefrólogo de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ) y de la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN) en 2007. Título de Nefrólogo del Colegio Portugués de Nefrología.




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