La industria vitamínica avanza con gran rapidez debido a los
descubrimientos médicos sobre la importancia de las vitaminas, incluso algunos
se atreven a decir que serán los suplementos vitamínicos el arma principal de
la medicina
para mantener una salud óptima y prevenir enfermedades crónicas. Debido a esto
ha venido dándose una "fiebre
vitamínica", a pesar de que muchas investigaciones
pueden demorar décadas para demostrar las afirmaciones que se vienen haciendo.
Una buena parte de esta fiebre surgió por las obsesivas
campañas sobre cómo alimentarse para no perjudicar la salud y también por
afirmaciones científicas sobre el potencial de ciertas vitaminas.
El consumo de suplementos dietéticos ha aumentado
considerablemente y con ellos la competencia
industrial por producir mayores cantidades para cubrir la demanda.
Las vitaminas liposolubles, consumidas en grandes cantidades
son tóxicas. Mientras que las hidrosolubles son menos riesgosas ya que se
eliminan constantemente por medio de la orina; esto ha permitido que su
producción industrial se maneje con facilidad.
Antes los médicos recomendaban solo una dieta balanceada
para no tener deficiencias vitamínicas, ahora también recomiendan tomar dosis
diarias de vitaminas farmacéuticas para evitar deficiencias agudas, combatir la
pérdida de la masa ósea y hasta el cáncer.
Los elementos principales de la fiebre vitamínica vienen
siendo principalmente los antioxidantes:
vitamina C, E y los Beta Carotenos.
Sólo en el mercado
estadounidense, desde el año 1988, los Beta Carotenos han aumentado la venta de
siete millones a 82 millones de dólares anualmente, y la vitamina E ha saltado
de 260 millones de dólares a 338 millones.
El éxito
de los antioxidantes se debe a su efecto sobre los Radicales Libres capaz de
provocar una reacción en cadena y destruir células al desgastar sus membranas y
afectar su material genético. Los químicos que estudian este proceso
sostienen la hipótesis
de que las vitaminas E y C y los Beta Carotenos pueden neutralizar los
radicales libres amarrando sus electrones libres. De probarse científicamente
que los antioxidantes tienen capacidad para neutralizar los radicales libres
surgiría una posibilidad real para reducir la mortalidad por cáncer.
Si las esperanzas puestas en las vitaminas se llegasen a
comprobar, la
ciencia médica tendría una nueva revolución en la
que no necesita inventar las armas porque
cualquier farmacia de esquina está armada hasta los dientes de estos productos.
Aun sin comprobar algunas hipótesis,
ya hay consumidores adictos a tales suplementos vitamínicos. Esto ha provocado
que las autoridades sanitarias, internacionalmente, hayan comenzado a
preocuparse por sobre cómo controlar la certeza de la calidad de
esta industria multimillonaria.
Las vitaminas farmacéuticas, al ser consideradas como
complemento alimenticio de comidas, no se someten a los controles de seguridad
que se les exige a otros productos médicos. Investigaciones realizadas por
asociaciones de consumidores en algunos países revelan que no siempre los
suplementos vitamínicos cumplen con la pureza y cualidades anunciadas por el
fabricante y hasta incluso pueden variar de píldora a píldora en un mismo
frasco.
Algunos doctores consideran una exageración tan alto consumo
de suplementos vitamínicos, opinan que basta con la dieta balanceada y con el
aumento en el consumo de algunas vitaminas solo en situaciones necesarias como
embarazo e infancia.
Los ciudadanos de Inglaterra,
Estados Unidos
y Japón,
principalmente, prefieren comprar en los supermercados, junto a las lechugas y
los huevos, inmensos botes con todo tipo de vitaminas. Quizás la mayor parte de
estas personas no están totalmente convencidas de los beneficios de los
suplementos vitamínicos, pero por si acaso siguen tragando píldoras para ver si
así le ganan un día más a la muerte.
Los fabricantes de carbohidratos enriquecen con vitamina
productos como leche, arroz, harina y muchos otros elementos que se consumen en
la canasta familiar; haciendo más rentable el comercio
de alimentos.
Últimamente se ha podido observar los comerciales mostrando
productos como pañales, cosméticos y cremas que en su composición incluyen
vitaminas. Es una industria que cada día progresa un poco más a medida que se
hacen descubrimientos científicos sobre estas pequeñas pero importantes
sustancias: las Vitaminas.
Selección de microorganismos productores de vitaminas y
otros factores de crecimiento
Necesitamos, al igual que para la detección de antibióticos, un microorganismo
test que posea un requerimiento absoluto para el factor de crecimiento que nos
interesa (auxótrofos). Estos microorganismos pueden ser bien mutantes naturales
o mutantes provocados por la acción de agentes mutágenos. El screening se realiza
de forma similar al de la producción de antibióticos, aunque en este caso al
medio de cultivo le falta el factor de crecimiento buscado, de tal manera que
el microorganismo test sólo crecerá alrededor de las colonias que produzcan
este factor de crecimiento (halo de crecimiento).
A escala industrial y de forma general se utilizan como microorganismos
productores de aminoácidos a las bacterias y como microorganismos productores
de vitaminas a los eucariotas (levaduras y hongos filamentosos). Esta premisa nos
sirve de orientación para elegir los medios selectivos y de enriquecimiento
para aislar inicialmente a los microorganismos productores, bacterias u hongos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario